Los interesados en experimentar la cercanía de los hielos eternos en Bariloche pueden aventurarse hasta el refugio Otto Meiling, en el Tronador, al que se sube desde el paraje Pampa Linda, luego de desandar en vehículo al largo y sinuoso camino desde Bariloche, que bordea el lago Gutiérrez, el Mascardi y el Río Manso, a lo largo de 90 kilómetros.
La senda recorre, al principio, un faldeo boscoso de pendiente regular, hasta llegar al llamado “descanso de los caballos”. Desde allí, ya sin vegetación, y con un suelo cubierto de restos volcánicos, el camino se aproxima al refugio que está ubicado a 2000 metros s. n. m. flanqueado por grandes lenguas glaciarias.
Desde Pampa Linda el tiempo de marcha puede variar entre 5 y 6 horas. En esta época, si bien el frio es mayor, el paisaje depara el encanto extra del otoño, que con sus tonos de rojo y ocre comienza a ganar espacio en el bosque.
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