Para muchas personas la mejor época del año para visitar la Patagonia es el Otoño, cuando los colores ocres, rojo, naranja y amarillo tiñen los bosques de Lenga y Ñire. Desde Neuquen a Tierra del Fuego, existe una variada gama de opciones para disfrutar la belleza del sur Argentino.
En la región Patagónica los paisajes cambian radicalmente durante el año en cada estación, pero para fotógrafos, turistas o simplementes residentes la época mas vistosa es el otoño.
La luz del sol es más oblicua que lo normal, dándole un tono muy particular a los paisajes, como si se estuviera en un constante amanecer, las laderas de las montañas se encienden con los rojos y amarillos furiosos que irradian los bosques de Lenga y Ñire.
Unos de los lugares para disfrutar de esos paisajes es el Parque Nacional Tierra del Fuego, donde saliéndose apenas del circuito más simple uno puede caminar a gusto entre densos bosques de Lengas y Ñires sin nadie a la vista que altere la calma absoluta del lugar. Sin embargo, lo recomendable es salir a “buscar el paisaje” por otros circuitos de los alrededores de Ushuaia donde todavía hay menos gente y los panoramas son en verdad más exuberantes. Una de esas alternativas es hacer una excursión en camioneta 4×4 hasta el lago Fagnano, el más grande de la isla.
El lago Fagnano tiene 110 kilómetros de largo y está en medio de un anfiteatro de montañas, inmensas moles cordilleranas con la base encendida de rojo fuego, una parte intermedia de piedra negra al desnudo, donde se ha derretido el hielo en el verano, y en lo alto una cumbre nevada que corona el contraste de colores más hermoso que puede ofrecer del Patagonia.
Otra opción puede ser el eje que conforman las localidades de El Chaltén y El Calafate, separadas entre sí por 225 kilómetros de asfalto, también alcanza su máximo esplendor de colores en la temporada otoñal, cuando al brillo blanquecino de los glaciares y el rojo y amarillo de los árboles se pueden combinar en el cuadro de una misma foto. El contraste mayor se ve directamente desde la pasarelas del glaciar Perito Moreno. Pero es al acercarse a la cordillera de los Andes en El Chaltén cuando uno se topa con la explosión de colores más intensa de esta provincia. Desde casi cualquier punto del pueblo se observa el severo perfil del Fitz Roy (3448 metros) con su filoso pico de granito apuntando hacia el cielo.
También en la parte cordillerana de la provincia de Neuquén, las laderas de la montaña están cubiertas por lengas y ñires. Se las puede ver en lugares clásicos como San Martín de los Andes, Villa la Angostura y el Camino de los Siete Lagos, o ir en busca de paisajes más desolados donde sobresalen las milenarias araucarias rodeadas por bosques al rojo vivo en Aluminé, Villa Pehuenia y Caviahue.
Un poco mas al sur, en el noroeste de la provincia Chubut, entre los parques nacionales Lago Puelo y Los Alerces, el otoño tiene su propio perfil. Especialmente en la localidad de Cholila, famosa por haber albergado a Butch Cassidy y Kid Sundance, un lugar de transición entre la estepa y los bosques andinos donde la estepa no termina de ser estepa pero mucho menos es un bosque frondoso de la cordillera de los Andes. De esta cadena montañosa se prolongan en Cholila las últimas estribaciones orientales que dan paso a una planicie donde se levantan hileras de álamos que en otoño brillan como llamaradas a cielo abierto. Si bien aquí reina la soledad de los grandes espacios vacíos de la estepa, el paisaje no es monótono; lo animan los álamos, las montañas hacia el oeste y el brillo de los ríos y los espejos de agua.
Toda la Patagonia brinda entornos maravillosos de digna admiración y disfrute, si sale a recorrerlos, por favor vuelva con sus residuos
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