Lo más notorio y destacado de la gastronomía patagónica se reúne en Villa Pehuenia y Moquehue para compartir el escenario y la creatividad con las mejores propuestas de la cocina hecha con amor. La vuelta esperada del Festival del Chef Patagónico es del 13 al 15 de mayo de 2022.
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Los cocineros, los productores y las bodegas pondrán en escena la gastronomía local y regional, con los sabores más exquisitos y artesanales, en un espacio que genera nuevas experiencias y sorpresas para residentes y visitantes. Los productos de la Patagonia crean grandes expectativas para la organización, dado que el espacio también es un atractivo social y cultural.
La 16° edición del evento provincial cuenta con padrinos de renombre que vuelven como anfitriones de la fiesta para dar marco al esfuerzo de Villa Pehuenia en instalar en el público la importancia de la gastronomía local. Dolli Irigoyen y Christophe Krywonis son los prestigiosos chefs que vienen acompañando en los encuentros de cocina en la Capital Provincial de la Gastronomía desde hace varias ediciones.
Así, la columna vertebral del festival es la propuesta de cocina de diferentes chefs, quienes instalan sus puestos de cocina en vivo y utilizan productos de la región en sus recetas. Gírgolas, piñones, flores comestibles y verduras de huerta serán algunos de los ingredientes especiales en esta búsqueda constante de sabores argentinos. Las bodegas regionales presentan sus colecciones de vinos y las cervezas artesanales también ocupan un lugar de privilegio en el patio cervecero.
Los patios de comida gourmet y de fuegos se completan con la agenda cultural, clases de cocina, shows en vivo, sorteos de platos elaborados en vivo y el mercado de productos regionales montado en el hall de la Biblioteca Galeano.
La entrada es libre y gratuita. En algunos eventos, por ejemplo, las clases magistrales, conviene buscar lugar con tiempo y apuntarse con buena ubicación. Para comprar comida o productos regionales, el sistema prevé unos tickets, llamados “Festivalitos”, que se compran al ingreso a la globa gastronómica o la biblioteca y se canjean en el puesto elegido. Luego, los boletos sobrantes se pueden volver a canjear por dinero. Cuenta regresiva para un festival imperdible.
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